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Este blog está diseñado con la finalidad de compartir un poco de conocimiento con relación a todo lo que tiene que ver con la mente. Enigmas de la psique trata de revelar lo más intimo de nuestro ser valiéndose de muchas ciencias para tratar de comprender nuestros conflictos emocional que no nos dejan desarrollarnos como humanos libres. Espero les guste y puedan encontrar alguna respuesta que buscan.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Comprensión del Yo de la Crítica


Es necesario triunfar en la vida. Si usted quiere verdaderamente triunfar, debe comenzar por ser sincero consigo mismo: reconozca sus propios errores. Cuando reconocemos nuestros propios errores, estamos en el camino de corregirlos. Todo aquel que corrige sus errores triunfa inevitablemente.El hombre de negocios que diariamente culpa a otros de sus propios fracasos y jamás reconoce sus propios errores, no podrá triunfar. Recuerde que los grandes criminales se consideran a sí mismos como santos. Si visitamos una penitenciaría comprobamos que ningún ladrón o criminal se considera culpable. Casi todos se dicen a sí mismos: "Yo soy inocente". No caiga usted en el mismo error; tenga el valor de reconocer sus propios errores. Así también se evitará males peores.Quien reconoce sus propios errores puede formar un hogar feliz. El político, el científico, el filósofo, el religioso, etc., que llega a reconocer sus propios errores, puede corregirlos y triunfar en la vida.Si usted quiere triunfar en la vida NO CRITIQUE A NADIE. Quien critica a los demás es un débil, mientras el que se auto-critica, de instante en instante, es un coloso. La crítica es inútil porque lastima el orgullo ajeno y provoca la resistencia de la víctima que entonces busca justificarse a sí misma. La crítica provoca una reacción inevitable contra su propio autor. Si usted quiere verdaderamente triunfar, escuche este consejo: No critique a nadie.El hombre o la mujer que sabe vivir sin criticar a nadie, no provoca resistencia ni reacciones de parte del prójimo y consecuentemente se forma un ambiente de éxito y progreso. Por otro lado, el que critica a otros se llena de enemigos. Tenemos que recordar que los seres humanos están llenos de orgullo y vanidad y este orgullo y esta vanidad inherente en ellos produce una reacción (resentimiento, odio, etc.) que va dirigida contra el que los critica. Concluimos entonces que el que critica a los demás fracasa inevitablemente. Aquél que quiere corregir a otros es mejor que comience por corregirse a sí mismo. Esto resulta mejor y menos peligroso.El mundo está repleto de seres neurasténicos. El tipo neurasténico es criticón, irritable y también intolerable. Son muchas las causas de la neurastenia: La impaciencia, la cólera, el egoísmo, la soberbia, el orgullo, etc.

LA AUTO CRÍTICADebemos ser sinceros con nosotros mismos y hacerle la disección al yo con el tremendo bisturí de la "auto critica". Es absurdo criticar los errores ajenos, lo fundamental es descubrir nuestros errores y luego desintegrarlos a base de análisis y profunda comprensión.Sólo es posible actuar colectivamente cuando cada individuo es capaz de actuar individualmente con plena y absoluta conciencia de lo que se hace.Los sistemas de la Revolución de la Dialéctica parecerán muy largos a las gentes impacientes. Empero no existe otro camino. Los que quieren cambios rápidos e inmediatos, en el orden psicológico y social, crean normas rígidas, dictaduras de la mente, no aspiran a que se sepa cómo pensar, sino que dictan lo que hay que pensar.Todo cambio brusco defrauda su propio objetivo y el hombre vuelve a ser víctima de aquello contra lo cual luchó. Dentro de nosotros mismos están todas las causas del fracaso de cualquier organización.
¿POR QUÉ JUZGAMOS A LOS DEMÁS?Hay una tendencia general, de todos, a juzgar equivocadamente a todos, y eso es lamentable. Pero, ¿por qué todos juzgan a todos, y equivocadamente? ¿Cuál es el motivo? Sencillamente uno, y muy fácil de comprender: sucede que cada cual proyecta sus defectos psicológicos sobre los demás, cada cuál ve en el prójimo sus propios defectos. Los defectos que a otros endilgamos, los tenemos muy sobrados en nosotros; juzgamos a otros como nosotros somos.¿Han oído ustedes hablar de la ANTIPATÍA MECÁNICA? Que de pronto alguien siente antipatía por alguien, sin haber motivo alguno, y entonces decimos: «ésta persona me cayó gorda», frase muy típica que usamos. Pero ¿por qué, si nunca la hemos visto, si hasta ahora nos la acaban de presentar? ¿Qué sucedió, por qué nos ha «caído tan gorda» esa persona, si ni la conocemos? Pues que le vimos la apariencia: es alta o es baja, es gorda o delgada, tiene la nariz aguileña o la tiene achatada, y ¿ese es motivo ya, como para decir que «nos cayó gorda»? ¿Qué ha sucedido? Sencillamente hemos proyectado, sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos. Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y a nadie le gusta verse así, dijéramos, tan escarnecido. La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha convertido en el espejo donde nosotros nos vemos a sí mismos, tal cual somos. Si estamos alertas y vigilantes, si no nos identificamos con el evento, con la persona aquélla que «nos cae tan gorda», si en vez de estarla criticando nos auto-criticamos, nos auto-observamos para ver que es lo que está pasando, descubriremos que un defecto nuestro (nacido de ayer, o de anteayer, o de quien sabe que tiempo atrás, de otras existencias), se ha reflejado en aquella persona y por eso «nos cae tan gorda». He ahí lo que es la antipatía mecánica: absurda en un ciento por ciento. Nosotros necesitamos aprender a vivir políticamente. El ser humano, ante todo, es un ente político, un «animal político», y el mismo hombre es un «hombre político». Si uno no sabe vivir políticamente, se crea problemas en la vida. Uno tiene que aprender a vivir políticamente, y en vez de sentir antipatías mecánicas, vale la pena que nos investiguemos a sí mismos. Sí, en verdad que proyectamos nuestros propios defectos psicológicos sobre los demás. ¿Por qué juzgamos equivocadamente al prójimo?, ¿Porqué todos tenemos tendencia a ver, en el prójimo toda clase de defectos? Sencillamente porque proyectamos en el prójimo nuestros propios defectos, los juzgamos equivocadamente; suponemos que fulano es «así» o «asao», y resulta que ni es «así ni es «asao»: es completamente diferente, y nuestro juicio resulta equivocado, falso; vemos los hechos ajenos y tenemos la intensa tendencia a interpretarlos erróneamente, nunca somos capaces de ver los hechos ajenos con ecuanimidad, con serenidad; siempre los calificamos erróneamente. Recuerden ustedes que hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los virtuosos. Los defectos que cargamos en nuestro interior, nos vuelven injustos para con el prójimo. Nosotros nos amargamos (a sí mismos) la vida con nuestros defectos, y lo más grave: se la amargamos a los demás

Conducta Gregaria


Conducta gregaria es la tendencia que tiene la máquina humana a estar mezclada con otros, sin distinción y sin control de ninguna especie. Veamos lo que uno hace estando en grupos o multitudes. Estoy seguro que muy pocas personas se atreverán a salir a la calle a lanzar piedras contra alguien. Sin embargo, en grupo, sí. Alguien puede filtrarse en una manifestación pública y al estar enardecido por el entusiasmo, resulta junto con las multitudes lanzando piedras, aunque después se pregunte a sí mismo: ¿Por qué lo hice? En grupo, el ser humano se comporta muy distinto. Hace cosas que nunca haría solo. ¿A qué se debe esto? Se debe a impresiones negativas a las que él abre las puertas y resulta haciendo cosas que jamás haría solo. Cuando uno abre las puertas a impresiones negativas, no sólo altera el orden del centro emocional que está en el corazón, sino que lo torna negativo. Abre uno sus puertas, por ejemplo, a la emoción negativa de una persona que viene llena de ira porque alguien le ocasionó un daño. Entonces, termina uno aliándose a esa persona, contra aquella que ocasionó el daño y lleno de ira, sin tener parte en el asunto. Supongamos que uno abre las puertas a las impresiones negativas de un borracho, termina aceptándole una copa, luego dos, tres, diez. En conclusión, uno borracho también. Supongamos que uno abre las puertas a las impresiones negativas de una persona del sexo opuesto, termina muy probablemente fornicando y cometiendo toda clase de delitos. Si abrimos las puertas a las impresiones negativas de un drogadicto, resultaremos quizá fumando marihuana o consumiendo cualquier clase de enervantes. Como conclusión, vendrá el fracaso. Así es como los seres humanos se contagian unos a otros dentro de ambientes negativos. Los ladrones vuelven ladrones a otras personas. Los homicidas contagian a alguien más. Los drogadictos contagian a otras gentes, y se multiplican los drogadictos, los ladrones, los usureros, los homicidas, etc. ¿Por qué? Porque cometemos el error de abrirles siempre las puertas a las emociones negativas, y eso nunca está correcto. Seleccionemos las emociones. Si alguien nos trae emociones positivas de luz, de belleza, de armonía, de alegría, de amor, de perfección, abrámosle las puertas de nuestro corazón. Pero si alguien nos trae emociones negativas de odio, de violencia, de celos, de droga, de alcohol, de fornicación y de adulterio, ¿por qué hemos de abrirle las puertas de nuestro corazón? ¡Cerrémoslas! Cerremos las puertas a las emociones negativas. Cuando uno reflexiona sobre la conducta gregaria, puede perfectamente modificarla y hacer de la vida algo mejor.


Psicoanálisis


La didáctica que existe para conocer y eliminar los valores positivos y negativos que cargamos dentro, existe, y se llama Psicoanálisis íntimo. Es necesario apelar al psicoanálisis íntimo. Cuando uno apela al psicoanálisis íntimo, para conocer los defectos de tipo psicológico, surge una gran dificultad, quiero referirme en forma enfática a la fuerza de la contra-transferencia. Uno puede auto investigarse, uno puede introvertirse, mas cuando lo intenta, surge la dificultad de la contra-transferencia. Pero la solución está en transferir nuestra atención hacia adentro con el propósito de auto explorarse, para auto conocernos y eliminar los valores negativos que nos perjudican psicológicamente en lo social, en lo económico, en lo político y hasta en lo espiritual. Desafortunadamente, repito, cuando uno trata de introvertirse para auto explorarse y conocerse a sí mismo, de inmediato surge la contra-transferencia. La contra-transferencia es una fuerza que dificulta la introversión. Si no existiese la contra-transferencia, la introversión sería más fácil. Necesitamos del psicoanálisis íntimo, necesitamos de la auto investigación íntima para auto conocernos realmente. Homo Nosce Te Ipsum. Hombre, conócete a tí mismo y conocerás el Universo y a los Dioses. Cuando uno se conoce a sí mismo puede cambiar. Mientras uno a sí mismo no se conozca, cualquier cambio resultará subjetivo. Pero ante todo, necesitamos el auto análisis. ¿Cómo se vencería la fuerza de la contra-transferencia que dificulta el psicoanálisis íntimo o el auto análisis? Esto solamente sería posible mediante el análisis transaccional y el análisis estructural. Cuando uno apela al análisis estructural, conoce esas estructuras psicológicas que dificultan y hacen imposible la introspección íntima; conociendo tales estructuras las comprendemos, y comprendiéndolas, podemos entonces vencer el obstáculo. Mas necesitamos algo más, necesitamos también el análisis transaccional. Existen las transacciones bancarias, comerciales, etcétera, como también existen las transacciones psicológicas. Los diversos elementos psíquicos que en nuestro interior cargamos, están sometidos a las transacciones, a los intercambios, a las luchas, a los cambios de posición, etc. No son algo inmóvil, existen siempre en estado de movimiento. Cuando uno, mediante el análisis transaccional, conoce los distintos procesos psicológicos, las diversas estructuras, entonces la dificultad para la introspección psicológica concluye. Posteriormente se realiza la auto exploración del mí mismo con pleno éxito. Quien logre la auto exploración plena sobre tal o cual defecto, ya para conocer la ira, ya para conocer la codicia, la lujuria, la pereza, la gula, etc., puede realizar avances psicológicos formidables. Para lograr la auto exploración plena, habrá que empezar primero por segregar el defecto que queremos eliminar de sí mismos, para que posteriormente sea disuelto. Defecto desintegrado libera algún porcentaje de Esencia anímica. A medida que vayamos desintegrando cada uno de nuestros falsos valores, es decir, nuestros defectos, la Esencia anímica embotellada entre los mismos, será liberada, y por último, la Esencia psicológica totalmente liberada nos transformará radicalmente. Será en ese preciso instante en el que los valores eternos del Ser se expresen a través de nosotros. Incuestionablemente, esto sería maravilloso no solamente para sí mismos, sino para la humanidad. Cuando se haya conseguido desintegrar o disolver completamente los valores negativos, nos respetaremos a sí mismos y a los demás, convirtiéndonos, dijéramos, en una fuente de bondad para todo el mundo, en una criatura perfecta, consciente y maravillosa. Esa auto imagen mística de un hombre despierto, originará por secuencia o corolario, la imagen perfecta de un noble ciudadano. Sus circunstancias serán benéficas también en todo sentido, será un eslabón de oro en la gran cadena universal de la vida. Será un ejemplo para el mundo entero, una fuente de dicha para muchos seres, un iluminado en el sentido más trascendental de la palabra, alguien quien gozará de un éxtasis continuo y delicioso.





Ha llegado el momento de reflexionar muy seriamente sobre eso que se llama "consideración interna". No cabe la menor duda sobre el aspecto desastroso de la "auto-consideración íntima"; ésta además de hipnotizar la conciencia, nos hace perder muchísima energía. Si uno no cometiera el error de identificarse tanto consigo mismo, la auto-consideración interior sería algo más que imposible. Cuando uno se identifica consigo mismo, se quiere demasiado, siente piedad por sí mismo, se auto-considera, piensa que siempre se ha portado muy bien con fulano, con zutano, con la mujer, con los hijos, etc., y que nadie lo ha sabido apreciar, etc. Total es un santo y todos los demás unos malvados, unos bribones. Una de las formas más corrientes de auto-consideración intima es la preocupación por lo que otros puedan pensar sobre uno mismo; tal vez supongan que no somos honrados, sinceros, verídicos, valientes, etc. Lo más curioso de todo esto es que ignoramos lamentablemente la enorme pérdida de energía que esta clase de preocupaciones nos trae. Muchas actitudes hostiles hacia ciertas personas que ningún mal nos han hecho, se debe precisamente a tales preocupaciones nacidas de la auto-consideración intima. En estas circunstancias, queriéndose tanto a sí mismo, auto-considerándose de este modo, es claro que el YO o mejor dijéramos los Yoes en vez de extinguirse se fortifican entonces espantosamente. Identificado uno consigo mismo se apiada mucho de su propia situación y hasta le da por hacer cuentas. Así es como piensa que fulano, que zutano, que el compadre, que la comadre, que el vecino, que el patrón, que el amigo, etc., etc., etc., no le han pagado como es debido a pesar de todas sus consabidas bondades y embotellado en esto se vuelve insoportable y aburridor para todo el mundo. Con un sujeto así, prácticamente no se puede hablar porque cualquier conversación es seguro que va a parar a su librito de cuentas y a sus tan cacareados sufrimientos. Escrito está que en el trabajo esotérico Gnóstico, solo es posible el crecimiento anímico mediante el perdón a los otros. Si alguien vive de instante en instante, de momento en momento, sufriendo por lo que le deben, por lo que le hicieron, por las amarguras que le causaron, siempre con su misma canción, nada podrá crecer en su interior. La Oración del Señor ha dicho: "Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores". El sentimiento de que a uno le deben, el dolor por los males que otros le causaron, etc., detiene todo progreso interior del alma. Jesús el Gran KABIR, dijo: "Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, en tanto estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto os digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el ultimo cuadrante". (Mateo, V, 25, 26) Si nos deben, debemos. Si exigimos que se nos pague hasta el último denario, debemos pagar antes hasta el último cuadrante. Esta es la "Ley del Talión", "Ojo por ojo y diente por diente". "Círculo vicioso", absurdo. Las disculpas, la cumplida satisfacción y las humillaciones que a otros exigimos por los males que nos causaron, también a nosotros nos son exigidas aunque nos consideremos mansas ovejas. Colocarse uno bajo leyes innecesarias es absurdo, mejor es ponerse a sí mismo bajo nuevas influencias. La Ley de la Misericordia es una influencia más elevada que la Ley del hombre violento: "Ojo por ojo, diente por diente". Es urgente, indispensable, inaplazable, colocarnos inteligentemente bajo las influencias maravillosas del trabajo esotérico Gnóstico, olvidar que nos deben y eliminar en nuestra psiquis cualquier forma de auto-consideración. Jamás debemos admitir dentro de nosotros, sentimientos de venganza, resentimiento, emociones negativas, ansiedades por los males que nos causaron, violencia, envidia, incesante recordación de deudas, etc., etc., etc


Si observamos a las gentes podemos evidenciar en forma directa, que cada persona tiene su propia canción. Cada cual canta su propia canción psicológica; quiero referirme en forma enfática a la cuestión esa de las cuentas psicológicas; sentir que a uno le deben, quejarse, auto considerarse, etc. A veces la gente "canta su canción, así porque si", sin que se le dé cuerda, sin que se le aliente y en otras ocasiones después de unas cuantas copas de vino... Nosotros decimos que nuestra aburridora canción debe ser eliminada; ésta nos incapacita interiormente, nos roba mucha energía. En cuestiones de Psicología Revolucionaria, alguien que canta demasiado bien, —no nos estamos refiriendo a la hermosea voz, ni al canto físico—, ciertamente no puede ir mas allá de sí mismo; se queda en el pasado... Una persona impedida por tristes canciones no puede cambiar su Nivel de Ser; no puede ir más allá de lo que es. Para pasar a un Nivel Superior del Ser, es preciso dejar de ser lo que se es; necesitamos no ser lo que somos. Si continuamos siendo lo que somos, nunca podremos pasar a un Nivel Superior del Ser. En el terreno de la vida práctica suceden cosas insólitas. Muy a menudo una persona cualquiera traba amistad con otra, solo porque le es fácil cantarle su canción. Desafortunadamente tal clase de relaciones termina cuando al cantante se le pide que se calle, que cambie el disco, que hable de otra cosa, etc. Entonces el cantante resentido, se va en busca de un nuevo amigo, de alguien que esté dispuesto a escucharle por tiempo indefinido. Comprensión exige el cantante, alguien que le comprenda, como si fuera tan fácil comprender a otra persona. Para comprender a otra persona es preciso comprenderse a sí mismo. Desafortunadamente el buen cantante cree que se comprende a sí mismo. Son muchos los cantantes decepcionados que cantan la canción de no ser comprendidos y sueñan con un mundo maravilloso donde ellos son las figuras centrales. Sin embargo no todos los cantantes son públicos, también los hay reservados; no cantan su canción directamente, más secretamente la cantan. Son gente que ha trabajado mucho, que han sufrido demasiado, se siente defraudada, piensa que la vida les debe todo aquello que nunca fueron capaces de lograr. Sienten por lo común una tristeza interior, una sensación de monotonía y espantoso aburrimiento, cansancio íntimo o frustración a cuyo alrededor se amontonan los pensamientos. Incuestionablemente las canciones secretas nos cierran el paso en el camino de la auto-realización íntima del Ser. Desgraciadamente tales canciones interiores secretas, pasan desapercibidas para sí mismos a menos que intencionalmente las observemos. Obviamente toda observación de sí, deja penetrar la luz en uno mismo, en sus profundidades íntimas. Ningún cambio interior podría ocurrir en nuestra psiquis a menos de ser llevado a la luz de la observación de sí. Es indispensable observarse a sí mismo estando sólo, del mismo modo que al estar en relación con la gente. Cuando uno está sólo, "Yoes" muy diferentes, pensamientos muy distintos, emociones negativas, etc., se presentan. No siempre se está bien acompañado cuando se está sólo. Es apenas normal, es muy natural, estar muy mal acompañado en plena soledad. Los "Yoes" más negativos y peligrosos se presentan cuando se está solo. Si queremos transformarnos radicalmente necesitamos sacrificar nuestros propios sufrimientos. Muchas veces expresamos nuestros sufrimientos en canciones articuladas o inarticuladas.



Práctica.- Un gran hombre, después de haberse estudiado a sí mismo, descubrió que tenía doce defectos que le estaban perjudicando. Este hombre dijo: "Así como es imposible cazar diez liebres al mismo tiempo, porque el cazador que quisiese hacer esto no cazaría ninguna, así también es imposible acabar con mis doce defectos al mismo tiempo". Este hombre llego a la conclusión de que sería mejor cazar una liebre y luego otra; acabar primero con un defecto y luego con otro. Resolvió este hombre dedicarle dos meses a cada defecto. Cuando el hombre llegó a los veinticuatro meses ya no tenía los defectos. Había acabado con los doce defectos que le impedían llegar al triunfo. El resultado fue maravilloso. Este hombre se convirtió en el primer ciudadano de los Estados Unidos. Su nombre: Benjamín Franklin. Imite Ud. a este personaje. Examínese y vea cuantos defectos Ud. tiene. Cuéntelos, enumérelos. Luego dedíqueles dos meses a cada defecto, en orden sucesivo, hasta que los elimine todos. Siéntese Ud. en un cómodo sillón. Y ore a su Dios Interno así: Tú que eres mi verdadero ser, Tú que eres mi Dios Interno, Iluminadme, Ayudadme. Hazme ver mis propios defectos. AMEN. Concéntrese Ud. en esta plegaria hasta llegar al sueño profundo. Trate Ud. de descubrir todos sus defectos. Le aconsejamos leer la Biblia. En los cuatro Evangelios se encuentra la palabra del Divino Maestro. Allí verá Ud. las virtudes que necesita. Allí descubrirá las virtudes que le faltan. Donde falta una virtud existe un defecto.